La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa ocasionada por el protozoario denominado Toxoplasma gondii, un parásito intracelular obligado, que puede causar infecciones leves y asintomáticas, o infecciones mortales que afectan principalmente al feto, ocasionando la llamada toxoplasmosis congénita. También puede revestir gravedad cuando afecta recién nacidos, ancianos y personas vulnerables por su condición de déficit de inmunidad. La exposición a T. Gondii durante el embarazo es un evento relativamente frecuente que ocasiona la infección únicamente en pacientes susceptibles, por no presentar anticuerpos previos. La toxoplasmosis en términos generales, deja una inmunidad permanente y no repite durante embarazos consecutivos, aunque se han descrito reactivaciones en pacientes inmunosuprimidas, corticodependientes, con lupus o pacientes con VIH. La determinación del índice de avidez es una prueba complementaria a la detección de IgG e IgM anti-toxoplasmáticas. Posterior a una primera detección de IgG e IgM, el índice de avidez contribuye a la exclusión de infecciones recientes de menos de 4 meses por toxoplasma. En la infección reciente la unión es débil, mientras que en la infección crónica es más fuerte. Esta prueba permite diferenciar una infección aguda de una reciente no activa, incluso mejor que la determinación de la IgM. Por lo anterior, el primer paso para la realización de esta prueba, es realizar la determinación de anticuerpos Toxoplasma IgG y posteriormente es realizada la determinación de la Avidez a la cantidad de anticuerpo detectado.
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