El antígeno CA-125 es una glicoproteína presente en más del 80% de los blastomas mucinosos del ovario. También en otros órganos derivados de epitelio celómico, como páncreas, colon, glándula mamaria y pulmón, en menor porcentaje. No es específico en tumores del ovario, sin embargo es de gran utilidad como marcador tumoral e indicador de recurrencia, progresión o regresión en el carcinoma de ovario. El 80% de los adenocarcinomas de ovario tienen cifras elevadas que deben correlacionarse con otros marcadores, como el antígeno carcinoembrionario (CEA) y el CA-72-4. En el postoperatorio hay buena correlación entre el nivel reducido y poca actividad residual, igualmente en el tratamiento quimioterapéutico, donde bajan sus niveles y su incremento se adelanta hasta en cuatro meses a los signos clínicos de recurrencia. Cifras elevadas globalmente indican actividad neoplásica, sin especificidad definida, cirrosis ascítica, peritonitis, final del embarazo, menstruación y endometriosis. La prueba es de utilidad en la valoración de las masas ováricas en la mujer postmenopáusica, su eficacia diagnóstica es inferior en la premenopausia, debido a las múltiples situaciones clínicas benignas que suelen cursar con niveles elevados de dicho marcador. También en el monitoreo de la evolución de cáncer ovárico, respuesta al tratamiento y recurrencia.
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